Expo virtual y galería alegre: julio 2007

TEXTO ESPECIAL

Tres muertes, un lamento es un proyecto en proceso, un análisis comparativo de América Latina y Europa a través de 4 diferentes registros.

Técnicas: fotografía, hierro forjado, literatura, vidrio.

En el proyecto colaboran: Michi Suzuki, artista japonesa y Vankiep Silis, escritor salvadoreño.

He aquí el primero de los registros que intenta contar una historia ya gastada.

1°- La inestabilidad y la agitación de la sociedad latinoamericana.

Un continente de furiosos y vulnerables, América Latina es un ejercicio narrativo escrito con tinta negra sobre papel negro, el producto de una eterna confrontación que paradójicamente nos alimenta y nos debilita, nos libera y nos bloquea, una trampa de tradiciones ligadas a una herencia impuesta por una falsa historia de revolución y libertad. Acostumbrada a la violencia recurrente, los cambios sin fin y las desigualdades sociales, la sociedad latinoamericana intenta vivir una catarsis perpétua, resultado del arrebato constante de la tensión colectiva.

Incapaz de proyectarse a la escala mundial, ella se mantiene sumisa a los “modelos” que determinan el tráfico de la riqueza y la modernidad. A diferencia de otros países que poseen los medios (materiales, diplomáticos, subversivos) de imponerse y hacerse entender, ella se mantiene al margen de los cambios geopolíticos planetarios, a la espera de un milagro o de un signo que jamás vendrá. Sola frente a ella misma, se le considera como la bestia gentil y amaestrada al servicio de ciertos intereses económicos. He aquí una región que no es ya de actualidad, aún cuando ella comparte junto a otros pueblos, la exclusividad de la miseria, el hambre, la pobreza, la diáspora y la soledad intelectual.

Cual es la alternativa entonces, si para poder obtener un espacio en las sagradas pantallas de la televisión occidental, la ironía consiste en endosar el hábito de un nuevo dictador o de un delincuente juvenil, o mejor aún, la sublimación de una amenaza terrorista internacional?

Como muchos africanos, árabes, chinos, tibetanos, indios, etc., que sufren de la angustia, la carencia, la insolvencia, las privaciones y las violaciones vividas día tras día, nosotros no poseemos más, un valor agregado que nos permita rivalizar contra la máquina financiera que establece el orden y las prioridades internacionales. Nos convertimos entonces, sea en un elemento accesoriamente exótico, sea en la consecuencia fatal de un fracaso fuera del alcance y control de las leyes humanas.

material : aproximadamente 20 fotos gran formato.